Cuando la autonomia laboral no es siempre voluntaria
“Ser su propio jefe”: el sueño de muchos. No tener que decir siempre “si, con gusto”, asumiendo así cualquier tarea desagradable que se le ocurra de repente al jefe. En contraposición, muchos temen a la idea de trabajar por cuenta propia, por el hecho de que los ingresos no están garantizados y por no poder contar en el futuro con una pensión de jubilación. Otros en cambio, ven más oportunidades de ingresar regularmente mayores sumas en su cuenta bancaria como autónomos, que como empleados por cuenta ajena. Diversos estudios de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) explican el trasfondo de todo esto de la siguiente manera:
La OCDE define la autonomía laboral como un grupo que incluye: «empleadores, trabajadores por cuenta propia, miembros de asociaciones de productores, o miembros de familia sin remuneración». Las estadísticas de la organización, basadas en encuestas periódicas, muestran que la proporción de trabajadores autónomos dentro del total de población activa, varía mucho de un país a otro. En los Estados Unidos, por ejemplo, solo alrededor del 6,4% trabaja de forma autónoma, en comparación con el 51,3% en Colombia (véanse las estadísticas de la OCDE, 2018).
Existen diversas razones que explican por qué el autoempleo goza de una popularidad tan dispar. He aquí un ejemplo: en algunos países, una gran proporción de la población activa trabaja en el sector agrícola, que a menudo es autónomo. En el caso de Colombia, alrededor del 15% de los colombianos trabajan en agricultura. En países con una pequeña proporción de trabajadores autónomos, como Dinamarca, Suecia o Canadá, solo alrededor del 2% pertenecen al sector agrícola. El autoempleo en los Estados Unidos ha disminuido drásticamente en los últimos 25 años; aun cuando a mediados de la década de los 90, se encontraba en la mitad de la siguiente gráfica. Una de las causas de ello es la inmensa reducción del sector agrícola, lo cual ha traído como consecuencia la desaparición de muchos trabajadores autónomos.
Por supuesto existen otros factores adicionales conocidos, que pueden conducir a un mayor grado de independencia laboral. Los índices de delincuencia empresarial, la falta de transparencia de los flujos de tesorería y la relación poco equitativa entre carga de trabajo y remuneración, son parte de los mencionados factores. Se observa frecuentemente y de manera tendencial, que países con altos niveles de salario promedio, cuentan con una tasa baja de empleados autónomos. Estados Unidos se encuentra a la cabeza, con un salario promedio anual de más de 60.000 USD. Dinamarca, Canadá y Noruega también están en la cima, con alrededor de 50.000 USD en promedio. Colombia, por el contrario, se ubica bastante lejos, con un salario promedio alrededor de los 6.000 USD.
A tenor de lo anterior, países con una gran proporción de ciudadanos que viven por debajo del límite de la pobreza, cuentan también con un mayor índice de trabajadores autónomos. Según cifras de la OCDE, el 24% de la población colombiana está afectada por la pobreza. En 2016, la OCDE también determinó, en cuales países existen más personas debajo del umbral de pobreza, a pesar de estar empleadas. Aquí se observa también esta tendencia: en muchos de los países más afectados por la pobreza, los ciudadanos optan frecuentemente por el autoempleo. Así ocurre, por ejemplo, en Brasil, Grecia, México y Turquía.
Otro indicador significativo es el promedio de la jornada laboral. Grecia, México y Chile muestran un número particularmente elevado de horas de trabajo al año, entre 2.000 y 2.250 horas. Se puede mencionar como algo llamativo, el hecho de que los noruegos y los daneses trabajan, en comparación, pocas horas, unas 1400 al año y solo un pequeño porcentaje entre estos, elige el empleo por cuenta propia. En lo que se refiere a las horas promedio semanales de trabajo, como empleado fijo o contratado, Colombia se encuentra claramente en la primera posición, con más de 48 horas semanales. Si se considera el total de trabajadores (contratados, eventuales y autónomos), el número se reduce a 44 horas por semana.
Por último, pero no por ello menos importante, la incertidumbre propia del mercado laboral, es decir, la probabilidad de perder el empleo, junto con una elevada carga de trabajo, son también factores que influyen en la elección del trabajo por cuenta propia. Dichos factores cuentan con un peso relativamente bajo en países como Noruega, Canadá y Dinamarca, en los cuales la cifra de trabajadores autónomos es mínima, en comparación con los elevados porcentajes de Turquía, Grecia y Colombia, como ya mencionásemos anteriormente.
Siendo Colombia, con diferencia, el país con mayor índice de autoempleo, padece paralelamente de graves problemas estructurales en el mercado laboral. Allí prevalece el trabajo informal, lo cual significa estar empleado sin contrato de trabajo y, por ende, sin seguridad social; en ocasiones, hasta sin remuneración. El trabajo informal es muy difícil de cuantificar y regular mediante normas y reglamentos. Debido a los altos costos, muchos empleadores se ven obligados a seguir empleando trabajadores de manera informal. Por otra parte, muchos colombianos no cuentan, desafortunadamente, con la suficientemente cualificación para acceder a un buen empleo formal. Del mismo modo, con el fin de evitar costos como impuestos y otros gravámenes, muchos optan por el trabajo informal por cuenta propia. Hasta un 93% de autónomos trabajan de manera informal. Para cerrar, Colombia estableció un salario mínimo muy elevado, incluso por encima del promedio de la OCDE. Este encarecimiento de los costes de personal, resulta impagable para muchos empleadores, lo cual, como consecuencia lógica, ha aumentado la tasa de desempleo y favorecido el empleo informal.
Entonces, ¿Ser su propio jefe es siempre un sueño, una decisión voluntaria? No, porque en algunos países la situación obliga a las personas a trabajar por su cuenta, y por supuesto, no en condiciones óptimas. Para cada mercado laboral, existen suficientes leyes y medidas sensatas que pueden combatir esta tendencia negativa. JANZZ.technology brinda asesoría a Servicios Públicos de Empleo (SPE) sobre acciones a tomar para potenciar y hacer más atractivo el empleo formal y sobre como proteger de manera efectiva las relaciones laborales. Siéntase en libertad de comunicarse con nosotros a través de nuestra dirección de correo electrónico sales@janzz.technology. Estaremos encantados de atender su consulta.