ESCO: Esperábamos una ontología – recibimos una decepcionante recopilación de términos

Han pasado casi cuatro años. Este tiempo hemos esperado lo que la UE anunció sin vacilar. Hemos esperado siempre que se solucionaran los conocidos y antiguos problemas de los sistemas de clasificación.
La clasificación de la Unión Europea para datos laborales se llama «ESCO» (European Skills, Competences, Qualifications and Occupations). Hasta entonces todos los países desarrollaron sus clasificaciones, como ROME en Francia, KLdB en Alemania o CP en Italia. La mayoría se basan en el modelo de todas las clasificaciones, la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones (CIUO) de la organización internacional del trabajo en 1960. Sin embargo, esto no tiene por qué ser comparable – las clasificaciones pueden distinguir entre distintos números, letras y diferentes niveles de taxonomía.

Se desarrollaron otros sistemas de clasificación principalmente por motivos estadísticos. Así también se pudo agrupar los empleos con números de identificación en grupos y obtener cifras, pero estos sistemas no ampliaron la comprensión de cada empleo porque las formaciones de grupos solían ser demasiado amplias y genéricas. Por ejemplo, se reunió a todos los médicos especialistas en un grupo y este grupo describe a todos los médicos especialistas con un único conjunto de habilidades. Por lo tanto, se describe a un oncólogo con exactamente los mismos conocimientos que a un gastroenterólogo, a un ginecólogo o a un patólogo.  Según las taxonomías tienen exactamente los mismos conocimientos, sus especializaciones solo se reconocen con un título. Con descripciones tan imprecisas no se puede entender bien cada título de ocupación.

La UE no quería elaborar la ESCO como otra estructura demasiado vaga, sino que quería lograr una comprensión común para los empleos, las capacidades, los conocimientos y las cualificaciones en 26 idiomas para que los empleadores, los empleados y las instituciones de formación comprendieran mejor las necesidades y los requisitos mutuos. Con la libre movilidad se pudieron comparar las carencias de cualificación y el paro en distintos Estados miembros, como afirma Juncker [1].

Se ha trabajado casi cuatro años desde la versión de prueba. Todos los posibles interesados, como los servicios de empleo, los orientadores de estudios, los estadísticos, los científicos… tuvieron que participar para crear esta clasificación en 26 idiomas. Casi durante cuatros se probó, amplió, modificó, procesó… Y ahora me siento delante del ordenador, introduzco en habilidad «Word» y la base de datos no reconoce el término. Sugerencia alternativa: WordPress, pero no se parece mucho. Escribo «PowerPoint», aparece un aviso de error rotundo, la base de datos no reconoce el término, no se ha incluido.

Bueno, vamos a probar otra vez. Solo en Alemania encuentro más de 13.000 ofertas de trabajo con el término de búsqueda «PowerPoint», en Francia y en el Reino Unido unas 8.000. Sin embargo, en Europa Powerpoint no se clasifica como una habilidad. No está entre las 13.485 habilidades de la ESCO. ¿Un empleado también debe entender que para un potencial empleador PowerPoint no es un conocimiento importante para una ocupación?
Hay que admitir que la base de datos reconoce «Utilizar Microsoft Office» si se introduce «Microsoft», pero la base de datos no llega a la comprensión semántica. Puesto que «Utilizar programas de procesamiento de texto» está incluido como una habilidad independiente sin conexión con Microsoft Office, no se sugiere ninguna de las dos habilidades como sinónimo.

La ESCO presume de reconocer 2.942 empleos. Es interesante que el sistema reconoce un «coordinador logístico de transporte ferroviario» [2], y también ciertas alternativas de escritura, pero no reconoce responsable de logística². Aquí y allá se encuentran una y otra vez empleos con problemas similares. Además, como denominación alternativa a un/una «empleado/a del partido», también se propone «empleado/a de RR. PP.»², por nombrar solo un ejemplo de una alternativa a un nombre de un empleo errónea.

En la actualidad ESCO funciona en 26 idiomas. Sí y no, me parece. Sí, los nombres de los empleos están disponibles en 26 idiomas, sí, los conocimientos también. Pero la explicación de un término solo está en inglés, lo que significa que un título se puede traducir a todos los idiomas, pero la descripción del trabajo no. Siempre está escrita en inglés. Es discutible que un empleador de Francia entienda mejor el trabajo de su solicitante sueco sin la definición en su idioma nacional, francés. O que entienda que la clasificación no coincide con su vacante.

Además, las cualificaciones solo están disponibles en un solo idioma: griego. Las descripciones detalladas también solo se pueden encontrar en este idioma nacional. Un empleador de otro Estado miembro no entiende bien a su solicitante si este procede de Grecia. La ESCO avisa de que los Estados miembros tienen que entregar las cualificaciones e integrarlas de forma regular. Se ha dejado bastante tiempo a 27 Estados miembros.

Puedo decir que estoy más que un poco decepcionado. He esperado casi cuatro años desde que expliqué con otros compañeros las múltiples posibilidades de las ontologías en el congreso de la ESCO. Pero no se ha creado ninguna ontología, ni mucho menos una taxonomía ni recopilación de términos. La ESCO incluye y clasifica 2.942 empleos, 13.485 conocimientos 672 cualificaciones (en griego). La ESCO ha invertido presuntamente dinero y seguramente mucho tiempo en este desarrollo. Sin embargo, es muy cuestionable que este sea el objetivo de Juncker.

Y la pregunta es: ¿qué hacemos ahora? ¿Tenemos esperanzas y esperamos otros cuatros años hasta que la ESCO quizás cumpla sus promesas para el ámbito de los RR. HH. y los servicios públicos de empleo? ¿O quizás es mejor buscar una alternativa? Cómo sería, por ejemplo, una alternativa que representara una ontología de verdad con reconocimiento semántico, que reconociera que un/a empleado/a de un partido no es lo mismo que un empleado/a de RR. PP., que supiera que MS Word no es la misma habilidad que Microsoft Word o procesamiento de texto, y que contuviera totalmente muchos idiomas. Quién sabe, igual ya hay algo así. Quizás un estudio online podría tener éxito. Por ejemplo en http://janzz.technology.

[1] ESCO (2015). ESCO strategic framework. Vision, mission, position, added value and guiding principles. Bruselas

[2] Para estos estudios solo se usó la base de datos online de la ESCO.